"El niño no es una botella que hay que llenar, sino un fuego que es preciso encender". (Montaigne)
Las experiencias vividas por cualquier persona en su ámbito laboral, le permiten destacarse, complementar sus saberes, identificarse con algo o alguien en particular, pero sobre todo, relacionarse con otros seres que de alguna manera van a nutrir en muchos aspectos.
La labor de un docente, así como cualquier otra labor, esta constituida por la responsabilidad y el empuje, que de alguna manera podrían caracterizar a cualquier trabajador. Sin embargo, la tarea del docente ha sido estigmatizada por algunas personas, que ven en ella el reflejo de una obligación más no de una profesión trascendental con la cual los educandos se acercan al progreso.
A partir de esto, es necesario no solo plantear la importancia de la labor del docente, sino también la significación que tiene para él la manera o formas en como hacer que un estudiante, no solamente aprenda un tema de un área específica, sino que a su vez sepa sacar partido de éste, interpretar, substraer los aspectos relevantes, etc.
Para ello, y para des enfrascarse del tradicionalismo, es importante que un docente explore su creatividad, sacando provecho de las herramientas que hoy en día se le ofrecen y que con la llegada de la modernidad se han facilitado para las personas y pueden llegar a ser útiles en cualquier campo laboral o profesional.
Con las ganas, la voluntad y la creatividad, un docente puede garantizar a sus estudiantes la calidad de su educación y la excelencia en su desempeño.